NUESTRA HISTORIA
Se encontraron bajo el sol de la infancia,
cuando el verano olía a promesas y a tierra.
Jugaban, reían, y sin saberlo,
se querían.
Crecieron juntos en aquel rincón del mundo,
y entre suspiros de adolescencia
brotó un amor sencillo,
de esos que el tiempo nunca borra.
Pero el tiempo los llevó por sendas distintas:
ella voló lejos,
el se quedó soñando.
Y el silencio duró quince años.
Se cruzaron de nuevo,
con la vida hecha y el corazón a medias.
Él tenía alianzas,
ella tenía planes.
Y otra vez, se dijeron adiós.
Otros quince años pasaron.
El reloj del destino volvió a marcar el encuentro.
Y esta vez,
él no soltó su mano.
Porque cuando el amor es verdadero,
ni el tiempo, ni la distancia,
pueden con él.